En La Bisbal d’Empordà impulsó la vida cultural local y favoreció la llegada de Joan Carreras i Dagas, antecedente de la futura cobla La Principal de la Bisbal. En 1881, el papa León XIII le otorgó el título de barón de Ferrer en reconocimiento a sudedicación a la música sacra. Entre susobras destaca la Misa de Réquiem para cuatro voces e instrumentos, revisada poco antes de su muerte y estrenada en su funeral en la catedral de Barcelona en 1884. Su recuperación por el Cor i Orquestra de la Passió (Cor Carreras Dagas), bajo la dirección de David Granato, busca reivindicar su aportación a la historia musical catalana.