"Pintamos porque la vida no es suficiente", Miquel Barceló


El Palau toma el relevo de Santi Moix y Antonio López para mostrar la obra expresiva de Miquel Barceló (Felanitx, Mallorca, 1957). Con su estilo inconfundible -como uno de los artistas contemporáneos con más proyección internacional-, este hijo del Mediterráneo plasma en sus obras la preocupación por la naturaleza, el paso del tiempo y los orígenes. Su investigación constante por los materiales (barro, lejía, termitas ...), lo lleva a presentar unas naturalezas muertas llenas de vida; unos altares profanos de humo, oscuridad y misterio donde la angustia también es una herramienta de su trabajo.
Artista poliédrico que se reinventa a cada pincelada, Barceló se dio cuenta de que tenía que volver a pintar todo, que tenía que desaprender lo aprendido; sacando y no añadiendo, buscando un espacio entre la insinuación y el exceso.
Intuitivo e inesperado, nos propone un diálogo entre el Palau y su obra donde el barro será protagonista. Una arcilla usada como si fuera un material pictórico; paradójicamente, es un elemento muy antiguo y primitivo usado de manera moderna. Así, su obra es una expedición hacia el origen; un afán por sumergirse en lo primigenio y fundacional para hacer de sus obras un ejercicio de paleolítico portátil, trabajadas como las pinturas de una cueva.
Esta muestra nos permitirá redescubrir un artista de los grandes y de gran complejidad que se mueve en un equilibrio entre la tentación clásica y la afirmación más contemporánea o moderna en que lo que tiene origen efímero convierte perenne.

Obsesionado con reinventarse a diario, señala con fascinación la cueva de Chauvet y los trabajos de los hombres primitivos como obras capitales. Inspirado por ello, y especulando con la producción de objetos que tienen origen en el universo doméstico, casi ancestral, su permanente búsqueda explica lo que pretendemos en esta colaboración. El barro como material pictórico y la cerámica como gran borrador donde Barceló ensaya relecturas de la cosa popular entre la tradición y las nuevas alternativas. Una forma muy inmediata donde el barro se acopla a la mano, el cuerpo y la realidad. Barceló quiere sobrevivir con una constante: recomenzar (no rehacer).

Miquel Barceló, artista plástico invitado