Hoy se ha inaugurado en el Palau de la Música Catalana una exposición dedicada a Santi Moix, reconocido pintor y escultor catalán residente en los Estados Unidos. Un total de diez obras, algunas de ellas presentadas en primicia, permitirán disfrutar de la madurez artística de este artista plástico, en una muestra en la Sala Lluís Millet y la Sala de Conciertos.

Ciudadano de Nueva York desde hace casi treinta años, Santi Moix vive, en una búsqueda constante, un impulso creativo sorprendente. Desde pequeñas esculturas florales hasta una gran pantalla ubicada en la Sala de Conciertos, sus creaciones cromáticas dialogarán con el mundo vegetal concebido por Domènech i Montaner. Tras años de estancia lejos de Cataluña, este 2017 ha supuesto una nueva consagración del artista en Barcelona. La pasada primavera la Galería Carles Taché le dedicó una muestra centrada en su mundo floral, y ahora la exposición en el Palau de la Música conecta directamente con la culminación de uno de sus proyectos más ambiciosos: la recuperación de la iglesia románica de Sant Víctor de Saurí, en el Pallars Sobirà (Lleida), llevada a cabo gracias a la colaboración del Departamento de Cultura de la Generalitat de Catalunya y el Obispado de Lleida. El artista regresa a su tierra natal para pintar frescos en todo el interior de este templo milenario, creando nuevas pinturas con técnicas antiguas.

La última gran pieza del conjunto de Saurí será una gran flor de porcelana, que puede verse en primicia en el Palau de la Música, acompañada de otras esculturas de pequeño formato en una Sala Lluís Millet inundada, incluso en sus paredes, por las flores de Santi Moix. Una pieza de grandes dimensiones completa la exposición, con una pantalla bajo el órgano Walcker de la Sala de Conciertos que muestra un gran mural del artista, creando un espacio único en diálogo con la programación habitual de conciertos.

De personalidad intransferible, la obra de Santi Moix contiene una fuerte presencia de la naturaleza y de elementos orgánicos en equilibrio entre dos mundos: el abstracto y el figurativo, el ingenuo y el tenebroso. Santi Moix presenta un universo creativo propio con múltiples influencias, la más potente de las cuales es en la actualidad el imaginario japonés de la representación floral. Las flores suponen un punto central en su creación, visión conectada además con la fascinación del artista por el Manuscrito Voynich, un libro ilustrado del siglo XV de contenidos y lengua desconocidos repleto de representaciones gráficas de la naturaleza.

La muestra forma parte del diálogo del Palau y su arquitectura modernista con las artes plásticas iniciado hace cinco años y que ha presentado en años sucesivos obras de Louise Bourgeois, Joan Miró, Bill Viola, Antoni Tàpies, Eulàlia Valldosera, Perejaume, Jaume Plensa y más recientemente Kiki Smith. Este año los dos artistas invitados de la temporada del Palau de la Música Catalana son Santi Moix y Antonio López.

Relación de piezas y ubicación

Sala Lluís Millet

  • 7 pequeñas esculturas florales de cerámica vidriada que han servido de maqueta preparatoria
  • 1 gran flor de porcelana destinada a la iglesia románica de Sant Víctor de Saurí
  • 1 mural de grandes dimensiones con pinturas florales

Sala de Conciertos

  • 1 gran obra pictórica ubicada en el escenario: compuesta de una serie de manchas circulares, que invaden el cuadro en una onda expansiva y que juegan con la ilusión óptica de la perspectiva, engarzadas como un collar en plena explosión.

Exposición: Seurí. Santi Moix.

Del 6 de octubre al 12 de noviembre de 2017
Sala Lluís Millet. Palau de la Música Catalana

Visita gratuita con la entrada de un concierto o la entrada de la visita guiada.

El artista plástico Santi Moix muestra su mundo floral en una exposición en el Palau de la Música Catalana