Este 2025 se conmemoran los 100 años de la muerte de Juli Garreta, un “hombre genial y profundamente intuitivo” en palabras de Pau Casals. Su excelente Concierto para violín, estrenado hace cien años e interpretado en directo tan sólo en tres ocasiones –la última hace veinticuatro años–, es una de sus obras culminantes y un ejemplo paradigmático de la inventiva desbordante de un músico con voluntad claramente universalizadora. Esta visión amplia del hecho compositivo, en la que se parte de la esencia de la tierra para proyectarse en el mundo a través de una permeabilización de lenguajes centroeuropeos, fue algo habitual en la obra de Juli Garreta y en la de otros compositores coetáneos como Joan y Ricard Lamote de Grignon y Joan Manén.

Joan Lamote, con quien se iniciará la segunda parte, sobresalió con originalidad y aparente simplicidad en la canción, género en el que parte de la influencia del modelo del lied alemán para conseguir aflorar melodías extraordinariamente bellas que beben de nuestro cancionero. La segunda parte continuará con música prácticamente inédita de Ricard Lamote: fragmentos de Un prat, obra exuberante, influenciada por los ballets rusos, en los que el autor demuestra su gran dominio de la orquestación.

El concierto se cerrará con dos obras para coro y orquesta: Joan Manén compuso varias glosas sobre temas populares, entre ellas El pardal, capricho de carácter descriptivo de sorprendente inventiva y de gran exigencia vocal; y el estreno de La força de la voluntat de Marc Migó, una obra que explora el concepto psicológico de pareidolia a partir de un cuento de Quim Monzó.